Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se celebra cada año el 17 de junio, desde 1994, para promover la conciencia pública sobre los esfuerzos internacionales para combatir la desertificación. La desertificación es la degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y secas subhúmedas. Este día es una oportunidad para recordar a todos que la neutralidad en la degradación de la tierra se puede lograr mediante la resolución de problemas, una fuerte participación comunitaria y la cooperación en todos los niveles.

Más del 70 por ciento de los ecosistemas naturales han sido transformados. Para 2050, esta cifra podría llegar al 90 por ciento. A medida que las poblaciones crecen, se vuelven más ricas y más urbanas, existe una demanda mucho mayor de tierras productivas para satisfacer las demandas de diez mil millones de personas para 2050, y es necesario cambiar los estilos de vida. Reparar los ecosistemas dañados mitiga el cambio climático y refuerza las defensas de la naturaleza contra desastres y eventos climáticos extremos como: incendios forestales, sequías, inundaciones y tormentas de arena y polvo.

La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el pastoreo excesivo y las malas prácticas de riego pueden socavar la productividad de la tierra. Por lo tanto, el tema de este año para el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía es "Levantarnos juntos de la sequía", y enfatiza la necesidad de una acción temprana para evitar consecuencias desastrosas para la humanidad y los ecosistemas planetarios. La restauración de paisajes naturales reduce el contacto estrecho entre la vida silvestre y los asentamientos humanos, creando una protección natural contra las enfermedades zoonóticas.

La Asamblea Mundial de la Juventud (WAY) pretende recordar a todos que la desertificación se puede abordar eficazmente, que las soluciones son posibles y que las herramientas clave para este objetivo residen en una mayor participación y cooperación comunitaria en todos los niveles. Cada actor desempeña un papel importante a la hora de detener cualquier actividad futura que pueda empeorar la desertificación que ya persiste en el mundo actual. Evitar, frenar y revertir la pérdida de tierras productivas y ecosistemas naturales ahora es urgente e importante para garantizar la supervivencia a largo plazo de las personas y del planeta.

Alentamos la participación de los jóvenes y las organizaciones juveniles en planes para luchar contra la desertificación y la degradación de la tierra mediante: plantando árboles en sus comunidades, realizando actividades de restauración de tierras y participando en soluciones basadas en la naturaleza para iniciativas de acción climática. ¡Unamos nuestros esfuerzos para lograr un futuro sostenible y un mañana mejor para todos!