Juventud y Relaciones Intergeneracionales

Las relaciones intergeneracionales son parte de todas y cada una de las sociedades. Tienen efectos sustanciales en las vidas de la población joven y anciana. Se centran en compartir conocimientos, normas culturales, tradiciones, así como en el cuidado mutuo, el apoyo y el intercambio de recursos. Las transiciones demográficas, los cambios en las estructuras familiares, las condiciones de vida y las tendencias migratorias influyen cada vez más en las relaciones intergeneracionales a nivel mundial. La globalización y la migración han provocado que los jóvenes se vean separados de sus familias porque tienden a migrar en busca de educación u oportunidades laborales, debilitando así los vínculos familiares y las relaciones intergeneracionales.

Debido a la alta esperanza de vida y la disminución de la fertilidad, el mundo está envejeciendo rápidamente. Se espera que el número de personas mayores de 60 años aumente un 50% para el año 2050 en los países desarrollados y se triplique en los países en desarrollo. Se espera que la esperanza de vida mundial aumente hasta los 75 años. El aumento de la esperanza de vida implica que los adultos pueden compartir conocimientos y recursos con las generaciones más jóvenes durante un período de tiempo más largo. Por eso es fundamental crear un nuevo contrato intergeneracional que refleje los ajustes de una sociedad que envejece en términos de distribución de recursos y garantice un reparto igualitario de recursos en el futuro entre los jóvenes y los ancianos. Al crear este tipo de contratos, la sociedad, especialmente los jóvenes que tienden a sentirse vulnerables, tendrán confianza y capital social que son importantes para la integración social.

Las partes interesadas relevantes están haciendo mucho para abordar este problema. A lo largo de los años se han propuesto acciones para fortalecer los vínculos familiares y reforzar la solidaridad intergeneracional.